Este jueves 14 de septiembre, se desarrolló el tercer día del Congreso Internacional Desafíos en la Diversidad en la PUCE. La sesión 6 empezó a partir de las 11:10am. La moderadora, Imelda Rodríguez, dio la bienvenida al público e introdujo a los ponentes de esta sesión: Eva Gugenberger, Aída Quishpe, Patricio Maldonado, Sebastián Granda, Aurora Iza, Soledad Guzmán, Elvis Túquerres, Mirian Mugmal y Anita Krainer, cuyo tema fue “Interculturalidad, Educación intercultural Bilingüe: Diversidades, avances y desafíos”.
La ponente Eva Gugenberger, empezó la sesión señalando la importancia de la educación bilingüe en el mundo entero, haciendo énfasis en la EIB (Educación Intercultural Bilingüe) en España y América Latina. Indicó también que el enfoque educativo en la planificación lingüística se basa en aprender un idioma y utilizarlo en manera de refuerzo: el uso de dos lenguas como lenguas vehiculares ayuda a que se siga preservando la lengua.
Los principales desafíos en la interculturalidad se basan en diferentes aspectos, como los escenarios sociolingüísticos. El hecho no solo es sobre un concepto de pedagogía, sino de falta de igualdad para todos los grupos étnicos que aún no se han alcanzado con este tipo de educación. Por un lado, en Hispanoamérica, el desplazamiento lingüístico sigue en curso y esa es la razón por la que no se ha logrado una educación 100% intercultural bilingüe. En España, se deduce en controversias respecto a la proporción del castellano impartida en centros de educación. A pesar de solo tomar a dos lugares como ejemplo, cabe aclarar que en todos los países hay retos pendientes y tareas diversas para alcanzar los logros en la educación.
Aída Quishpe comentó acerca de la importancia de la EIB en el Ecuador, respecto a la lengua kichwa, fomentando la práctica de la lengua en el Ecuador, tanto en niños como en adultos, con el curso de Kichwa básico con enfoque comunicativo llamado proyecto Sapikuna. Este proyecto tiene, como objetivo general, la elaboración de materiales didácticos para el aprendizaje de Kichwa, donde se busca certificar el nivel A1 según el Marco Común Europeo de referencia de las lenguas. Se busca que la comunidad aprenda el Kichwa o la lengua madre, por motivos culturales y de reconocimiento: la revitalización de la lengua se promueve mediante la generación de interés y la motivación.
La conservación, reconocimiento y revalorización de la lengua no es responsabilidad única de los pueblos indígenas o culturas minoritarias, sino de la comunidad en general. Al igual que Aída, Sebastián Granda, Aurora Iza y Soledad Guzmán también buscan fomentar la práctica del Kichwa en un curso diseñado para el ambiente virtual de aprendizaje colaborativo, donde los estudiantes tienen contacto con los maestros para realizar diferentes tipos de trabajo; los ponentes manifiestan que este tipo de enseñanza les ha dado la oportunidad de mantener actividades interactivas y lúdicas en línea, con lo que han logrado una apertura de las familias al Kichwa y al aprendizaje constante de los estudiantes.
Existen varios desafíos que los centros de educación o proyectos deben enfrentar al momento de enseñar la lengua madre, como el trabajo constante en la estimulación y motivación, la importancia que se le debe dar a la cultura y el empoderamiento del idioma. La ponente Miriam Mugnal afirmó que a las personas ahora les da vergüenza hablar el Kichwa y destacó la necesidad de hacer conciencia en la comunidad, hacer un verdadero trabajo para mantener con vida la lengua. Elvis Túquerres mencionó que la lengua Kichwa llega al grado 2 o 3 en las nuevas generaciones: ya no hablan la lengua ni le dan la importancia cultural que merece.
Por otro lado, Anita Krainer mencionó que no solo se debe cuidar el Kichwa, sino todas las lenguas en el mundo y narró parte de una investigación, que desarrolla en conjunto con la Flacso de Quito, cuyo objetivo general es una formación académica interdisciplinaria, con la finalidad de aportar a la construcción de una sociedad más justa y solidaria, libre de discriminación, mediante nuevas formas de dar a conocer las lenguas y la cultura.
Las lenguas son parte de nuestra historia, parte de nuestra cultura y vida: al fomentar y aprender los idiomas ancestrales estamos preservando su existencia y la cultura de las comunidades. El contacto que tenemos con una lengua, nos pone en contacto con una comunidad que ha vivido mucho más tiempo que nosotros; la vida nos une a nuestra lengua madre.